Claves para descubrir Liubliana

Liubliana, capital de Eslovenia, es de esos destinos que sorprenden tanto cuando los visitas por primera vez que enseguida te prometerás volver.

Son muchos los encantos de su casco histórico, con un tamaño perfecto para ser descubierto con agradables paseos.

Ahí van algunas claves para conocer la Capital Verde Europea 2016:

  • Contemplar los edificios del casco histórico. Forman un bello conjunto de diferentes estilos, desde el Palacio Pretorial, del gótico tardío renacentista, a edificios públicos más modernos, en su mayoría con el sello del arquitecto esloveno Jože Plečnik representante del estilo Art Nouveau. La universidad y la biblioteca son un ejemplo, que hay que visitar. La sala de lectura es una auténtica maravilla.
  • Subir al Castillo. Se accede con un funicular y las vistas desde su torre son realmente espectaculares. No olvides la cámara y recuerda que las mejores horas de luz son al amanecer y cuando cae la tarde.
  • Descubrir sus bibliotecas ambulantes. Liubliana es una ciudad comprometida con la cultura y cada año tienen lugar actividades relacionadas con la lectura. Aprovecha para descansar a la sombra de algún árbol centenario que da cobijo a esos libros ambulantes.
  • Mercados y gastronomía. Los mercados son el reflejo de la cultura gastronómica de un país y en Eslovenia no lo es menos. Los productos de la región se encuentran en su principal Mercado que es el Central. Están sus vinos, mejores los blancos, quesos, aceite de oliva y recetas como Štruklji, un pastel de harina que acompaña platos de carne, Golaž que es una carne estofada y dulces típicos como la Potica, una especie de brazo de gitano relleno de nueces, pasas, miel o requesón.
  • Visitar la Catedral de San Nicolás. Este majestuoso templo está  situado en el centro de Liubliana y una de sus caras mira hacia el río y a la plaza del Mercado. Observa bien las puertas porque llevan impresa la historia de Eslovenia.
  • Fotografiarse en sus puentes. No serás el único que quiere llevar el recuerdo de sus famosos puentes. Los más famosos son el de los dragones, que son el símbolo de la ciudad, el puente triple y el puente de los zapateros.
  • Sentarse en alguna de sus terrazas. Liubliana goza de un ambiente jovial y animado que se concentra en las terrazas que siguen la ribera del liublinica, el río que cruza la ciudad.
  • Detenerse en sus plazas. Dicen, y estamos de acuerdo, que Liubliana es una de las ciudades más románticas de Europa y un ejemplo es su plaza principal que está dedicada al poeta esloveno Preseren del que toma el nombre y cuya estatua la preside. A un lado, está la iglesia franciscana de la Anunciación, de color rosa por el paso del tiempo; a otro, el puente Triple; y, si observamos la figura del trovador veremos que su mirada se dirige a uno de los edificios que ocupan una de las concurridas calles comerciales. En la fachada se puede ver un relieve con la imagen de una bella joven. Era la casa donde vivió su amada Julija, la destinataria de sus versos.